Inframundo

Miércoles| 19 hrs| Quincenal

Expediciones sónicas al subterráneo mexicano más frío y oscuro. Arqueología músical retrofuturista.

Carlos Garza (heronoise)

Nací en el ocaso del siglo XX y a 3 años del nuevo milenio en un entonces Distrito Federal de taxis y microbuses verdes. Las políticas económicas y de gobierno de la periferia arrebataron de las manos de mi madre y padre la posibilidad de llevar más allá de la primaria una educación privada, lo que me arrastro (para bien) a la educación pública y técnica, en donde descubrí mis primeras pasiones: la música y la fotografía, que luego y en algún golpe de buena suerte, exploré y exploté en una preparatoria que me preparó más para la vida social que para la vida profesional y menos mal, porque antes de entrar de lleno a la escuela del puma, estuve en la del burro pero me deprimieron sus muros grises y puertas guindas siempre cerradas. En la de los pumas me hice 4 años porque tanta libertad se tradujo en irreponsabilidad pero aproveché cada ausencia en el aula para descubrir (sin saberlo en ese momento) que el tiempo que empleaba en tomar fotografías en tocadas de mala muerte y embriagarme con desconocidos eran ejercicios que me servirán más tarde cuando decidiera estudiar, primero comunicación en la UAM y luego comunicación Y periodismo de vuelta en la UNAM. En la facultad me casé con la música electrónica, los sintetizadores, la experimentación sonora y el Krautrock; reafirmé que soy incapaz de leer ficción y descubrí autores que me marcaron como Kodwo Eshun, David Toop y David Stubbs. Mi odisea por documentar la escena psych y experimental nacional con mi cámara me llevó cada vez más profundo, me clavé, pues. Me enamoré de propuestas, mis fotos terminaron en portadas e interiores de álbumes y llegué a los micrófonos de NoFM para hablar primero de música rara y luego para presentar las novedades de la lisergia y experimentación global en mis propios espacios: Cluster y Critter, mientras me hacía cargo de la programación musical, la dirección de contenidos y relaciones públicas de la estación. Salí de NoFM luego de poco más de año y medio de actividades para intentar llegar a nuevas latitudes creativas y tras dos meses de mi salida me dedico de tiempo completo a escuchar música, pero me doy tiempo de explorar el freelanceo periodístico y fotográfico de vez en cuando.